Son innumerables las situaciones de emergencia que vemos cada día nada más encender nuestros televisores. Parece ser que estamos acostumbrados a visualizar estas situaciones de crisis diarias; sin embargo, a lo que no estamos acostumbrados es a hacer pequeñas donaciones a otras personas que, si bien para nosotros resulta algo insignificante, para otros puede salvar vidas.
Si nos paramos a pensar tan sólo un segundo, se nos pueden ocurrir decenas de razones por las que donar, aunque el simple hecho de contribuir a una sociedad mejor y más justa merece ser motivo suficiente para sentirnos empujados a contribuir.