La gente tradicionalmente suele regalar los juguetes usados que se encuentran en buen estado a niños de la familia o de amigos. Esta opción es ideal desde un punto tanto social como medioambiental.
El problema surge cuando no hay otros niños cercanos a nuestro entorno, ¿qué podemos hacer con los juguetes que nuestros hijos ya no utilizan y están en buen estado? Antes de tirarlos a la basura, lo mejor es donarlos o intercambiarlos.